Centauro es carbono neutral.
Medimos el impacto de nuestro restaurante en sus 8 meses y compensamos la huella.
El propósito de reinterpretar Mendoza ahora se completa: Regenerar sus recursos es clave para que podamos seguir habitando el sueño de este lugar increíble.
Cada visita a un productor, cada desplazamiento de nuestro equipo, cada fuego que se enciende será compensando, por el hoy, por el mañana, por los años que vienen, para poder seguir soñando, creando y ser una parte activa del todo: somos carbono neutral.
El Restaurante ha obtenido su certificación de carbono neutral, luego de un proceso de medición y cuantificación de lo que se conoce como Huella de Carbono, las emisiones en toneladas de Carbono para Centauro fueron de 40 tnCO2, delimitando en tres líneas las actividades que generan impactos:
Alcance 1:
Emisiones directas de gases de efecto invernadero (GEI) son las que provienen de la combustión en calderas, hornos, y vehículos de Centauro.
Alcance 2:
Emisiones indirectas de GEI asociadas al consumo energético de nuestras instalaciones.
Alcance 3:
Otras emisiones indirectas que se consideraron en este primer análisis fueron las distancias recorridas en viajes e inclusive desplazamientos del equipo Centauro hasta el restaurante. Además consideramos las cantidades de papel y residuos orgánicos generados en nuestras operaciones.
Alcance 1:
Toneladas
Representan el 49% de las emisiones totales.
Alcance 2:
Toneladas
Un 30% de las emisiones totales.
Alcance 3:
Toneladas
Con un 21% de las emisiones totales.
Para entender la dimensión de este consumo el alcance 1 equivale a 31 arboles de algarroba cortados.
El alcance 2 equivale a 332.450 kilómetros.
El alcance 3 equivale a 77 vuelos ida y vuelta a San Pablo.
La totalidad de las toneladas consumidas equivalen a haber cortado 240 arboles.
Para compensar el consumo se compraron bonos de preservación en el Proyecto Corredor de Los Cedros de Argentina:
Corredor de los Cedros es un proyecto de conservación y manejo forestal de bosques nativos en Jujuy, Argentina, iniciado en el año 2020. Su objetivo es preservar la ecorregión Yungas-Jujeñas y su rica biodiversidad, debido al alto nivel de deforestación y el avance de la frontera agrícola. Protege 450 hectáreas de bosques nativos, lo que representa alrededor de 40.000 toneladas de Carbono capturadas en 10 años.
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