La alquimia del Penicilin: el encanto de la miel lavallina en un cocktail

Oasis Norte y Centro

En el corazón de la hermosa provincia de Mendoza, donde la pasión por los productos locales y la excelencia culinaria se encuentran, Centauro celebra la riqueza y la autenticidad de la región. Y entre los tesoros culinarios que llegan a nuestra cocina y por qué no también barra, la miel mendocina se destaca como un verdadero elixir de nuestro oasis norte y centro.

 

Y es que desde Centauro tenemos el objetivo de poner en valor la diversidad de los productos que tiene Mendoza no solo a través de la expresión de un plato, sino también en una copa de vino o incluso en un cocktail, por ejemplo el Penicilin.

 

Fue en el departamento de Lavalle donde conocimos recientemente a Fede, un apasionado apicultor, quien en su juventud, cautivado por el fascinante mundo de las abejas, ya soñaba con dedicarse a la apicultura. Pero las exigencias de su trabajo como barman lo alejaron de esa pasión. Y si bien no logró mantener colmenas propias, su interés por la miel siempre lo acompañó.

 

En ferias apícolas volvió a encontrar una conexión especial con la miel y sus productores locales. Allí, entabló una amistad con Mario, otro apicultor apasionado, quien, a pesar de sus limitadas colmenas debido a sus otros trabajos, encontraba en la apicultura una verdadera vocación.

Un giro del destino llevó a Fede a embarcarse en el desafío de vender miel por necesidad económica, y, con determinación, adquirió un tambor de miel, lanzándose así a compartir la delicia dorada con el mundo. La respuesta fue abrumadora: 600 frascos envasados y un tambor vendido en tan solo 15 días. La gente comenzó a conocer su pasión a través de una publicación en Facebook, y pronto se vio motivado a adquirir otro tambor, vendido en apenas 20 días.

 

En la actualidad, Mario se dedica principalmente a la polinización y lleva las colmenas a diversos lugares de Mendoza. Entre ellos, destaca el campo de un familiar en Chilecito, San Carlos, donde florece el orégano y se obtiene una miel colorada, con un sabor y aroma distintivos y cautivadores.

 

Durante los meses de invierno, Mario traslada sus colmenas cerca de Villa Tulumaya, buscando protegerlas y cuidarlas con mayor facilidad debido al frío, en este lugar es donde se produce la miel negra. En Tulumaya los campos incultos cobran vida con plantas como el pájaro bobo, la chilca y el clavelillo, mientras que los restos de uvas de cosechas anteriores añaden un toque especial. Aquí es donde nace la miel morocha, intensa y llena de personalidad, que evoca un sabor similar al arrope.

Penicilin

Johnnie Walker black label, jugo de limón, opción de miel según oasis, jengibre, splash de Talisker.

Oasis: Norte, Centro

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